Publicado el 17 de Abril de 2017, Lunes Lourdes Paredes Cuellas
Opinión - Ahora que se cumplen 100 años del nacimiento de Gloria Fuertes, muchos se enterarán de quién era esta poeta como la copa de un pino y no solo como poeta infantil de rima chistosa y fácil. Gloria sobrevivió a tres años de guerra, cuarenta años de dictadura y a otros tanto presentando programas infantiles. Autodidacta, expulsada de varios colegios, huérfana en la peor edad, profesora en la Universidad Bucknell, activista, pacifista, ligona (más de un marido pagó su seductora personalidad). Siempre hizo lo que quiso, aunque sobrecoge pensar que le censuraran poemas en TVE en la Nochevieja de 1980.
Las anécdotas con ella son miles. Es lo que tiene pisar los bares, escribir chistes en las servilletas; hablar con todos, con los mendigos y los gatos o defender a un hincha de la Real de Sociedad apaleado por policías. Es lo que tiene ser adoptada siendo ya muy mayor por unos ancianos y ante notario; no olvidar, como los niños, quiénes son los malos y quiénes son los buenos, quién detenta el poder y quién lo sufre en sus propias carnes: “Miente/ miente el diente/ miente el amo y el sirviente/ miente el cura/ miente el mendigo y el Presidente”. Es lo que tiene coger la vida por los cuernos, tirarse al monte, ir a contracorriente y dejar un poso en sus lectores que va más allá de sus poemas. Pero siempre sola, sus amantes se les muere o son fieles a otras como Mari Trini. Siempre como una cabra. Como las mejores personas. Viviendo a tope, cantando verdades como puños, fumándose el dolor y la miseria de los otros y ocultando con whisky y una sonrisa los suyos propios. “Ahí va Gloria la vaga./ -Ahí va la lo loca de los versos, dicen, la que nunca hace nada”.
“Es triste, y porque es triste, lo confieso,/ cuesta mucho vencerse, sin embargo… ”. Sin embargo, debería leerse en todos los centros educativos sus poemas. También los infantiles, pero después de conocer los otros, después de memorizar algunos de Mujer de verso en pecho y asimilar su historia y su vida. Creo sinceramente que todavía asusta su poesía (busquen el poema TODO ASUSTA y ya me dirán si no debe memorizarse de pe a pa), su poética, su vida como poeta, su lección de vida como cabra, como cabrasola.
Gloria 100 años después sigo tu rastro. Nunca te alcanzaré, pero tú a mí sí. Y espero que a mis alumnos también y a mis hijos, al menos cuando sean mayores.
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