Félix Suarez

Opinión -

España se vende al mundo como un país feliz, amable y acogedor para el visitante, ahí tenemos la tradicional FITUR de todos los años. Sol, playa, monumentos, alegría y tradiciones.

Pero es en parte fachada. La vida que llevamos de prisas, agobios, obligaciones, cambios continuos, falta de estabilidad y continuidad en lo diario, no lleva a que nos vendemos como la tierra de la alegría, pero en realidad la depresión y la ansiedad nos acompañan cada vez más.

Somos el país del mundo donde más ansiolíticos y antidepresivos de consumen por cada mil habitantes. ¿Alegría? Se ve que no nos sobra, pero ¿Quién va a estar alegre con una inflación disparada, con unos sueldos bajos, con muchas horas de trabajo y prisas para ir a todas partes e intentar abarcar más de lo que se puede de manera razonable? Pues cada vez menos personas. Se injieren 91 dosis de ansiolíticos por cada 100 habitantes y día. El coaching y el mindfullness venden libros de autoayuda como rosquillas. El país no está bien, su salud mental se resquebraja.

Eso también se refleja en la política, donde la crispación y la polarización son la norma. Es país está tenso y cansado de no tener futuro. Una crisis tras otra: la del ladrillo en 2007-2016, la del COVID (2019- al presente), la inflación galopante por lo de Ucrania (otra crisis). Oigan, así no hay quien viva, llevamos 16 años de crisis en crisis, de sobresalto en sobresalto, de angustia en angustia y es siempre el pobre el que paga los platos rotos. Pareció que con el 15-M nos hartamos, pero aquello se ahogó, se integró en el sistema y falleció, España sigue igual.

Así que resignados, los españolitos medios ahogan sus penas entre pastillas y tertulias de bar, ya se no quitado hasta las ganas de protestar y de cambiar las cosas, el país ve negro el futuro desde hace años. Pero el número de millonarios crece…

Extraigan ustedes mismos sus conclusiones, yo les doy la mía: se han salido con la suya, nos han desgastado, nos han quemado y nos tienen domesticados. ¿Quiénes? Esos millonarios y los que les ríen las gracias.

En fin, la vida moderna, el mundo globalizado, neoliberal, desigual, injusto y digital, todo un placer….