Publicado el 20 de Noviembre de 2022, Domingo Manuel Ángel Romero
Opinión -
Uno de los conceptos de moda en
la gestión del talento es la felicidad laboral de las y los trabajadores (con
todo lo que ello acarrea, al influir de manera directa entre otros factores en
el clima laboral) como síntoma para un buen desempeño. Para ello, existen
medidas no solo económicas que favorecen la satisfacción.
En empleorecursos.es,
queremos reflexionar sobre la relación que existe entre las y los empleados
felices y la productividad en el trabajo, ya que a partir de nuestra
experiencia profesional podemos afirmar que la felicidad laboral es sinónimo de
compromiso, y por tanto, productividad. Además, cuando las personas
trabajadoras están felices en su empresa, contribuyen a:
a) Mejorar la imagen de la organización,
tanto a nivel de clientela como de employer
branding para captar talento.
b) Menor rotación laboral. Cuando estamos
felices en una empresa o puesto de trabajo, no cambiamos de empleo.
c) Mayores beneficios. Como hemos
comentado, las personas felices trabajan más comprometidas, y por consiguiente,
son más eficientes al hacer más con menos recursos.
La importancia del salario emocional
Partiendo de la base de que todas
las persona trabajamos por una compensación económica, sí que es cierto que
cuando ésta alcanza unos niveles que estimamos satisfactorios, comenzamos a
“demandar” otras cuestiones no económicas, o dicho de otra manera, podemos
tener un salario alto y no ser felices trabajando por falta de reconocimiento o
desarrollo profesional, lo que desde el punto de vista de la gestión del
talento se hace necesario establecer mecanismos que permitan aumentar la satisfacción
laboral de manera no económica.
Acciones para aumentar la felicidad
laboral
· Ambiente de reconocimiento. A todas
las personas nos gusta que nos reconozcan nuestro trabajo (sobre todo si nos ha
supuesto mucho esfuerzo). Para ello, es mejor instaurar este reconocimiento en
nuestro día a día que esperar a un evento puntual.
· Beneficios sociales. Muchas
de las medidas de “salario emocional” se incluyen en esta etiqueta pero en este caso no solo nos referimos a seguro
médico o tickets restaurante, sino que va más allá en cuanto a posibilidad de
teletrabajo, días libres, etc., esto es, medidas que aumenten su calidad de
vida.
· Estilo de liderazgo. Si
contratamos talento excelente para decirles lo que tiene que hacer no solo
disminuimos su felicidad, sino que la productividad baja. Las y los
trabajadores son más felices cuando se les escucha y pueden desarrollar sus
capacidades.
· Cultura del error. Todas y
todos nos equivocamos alguna vez, por lo que es necesario no tener miedo a las consecuencias de ello,
es decir, las personas necesitamos sentir que se confía en nosotras/os.
· Toma de decisiones. Si
contratamos talento experto, ¿Por qué no consultarle sobre cuestiones que
conocen antes de tomar la decisión? El sentido colectivo de pedir consejo u
opinión hace que las y los empleados sean más felices y estén más comprometidos
con la empresa.
· Conciliación. Un ambiente de trabajo que favorezca
el equilibrio entre la vida laboral y personal mejorará su salud emocional.
Dentro de este contexto, hay que incluir las acciones de desconexión digital.
· Desarrollo profesional. Establecer
posibilidades de crecimiento profesional con la adquisición de nuevas
capacidades permitirá a la persona trabajadora desempeñar su trabajo con mejor
calidad y satisfacción, lo que repercutirá en beneficio de todas las partes.
· Promoción profesional. El
nivel de motivación es menor cuando sabemos que no podemos progresar a otros
puestos independientemente de nuestro desempeño profesional, por lo que se hace
necesario otorgar oportunidades de crecimiento dentro de la empresa (no buscar
fuera lo que puedes tener dentro).
· Teletrabajo. Si el puesto de trabajo lo
permite, aportar flexibilidad a la hora de elegir dónde desempeñarlo les
permitirá adaptarse a sus necesidades personalrs, y por tanto, aumentar su
felicidad.
· Redefinir la cultura de tu empresa. Todas y
todos necesitamos sentirnos seguros donde trabajamos. No se debe permitir la
intimidación, el acoso sexual, el racismo, la homofobia y otras formas de
intolerancia por lo que debe existir una cultura que apreciación e integración.
En resumen, es necesario crear un
entorno laboral que fomente la felicidad de las y los trabajadores que permita
desarrollar el nivel de productividad óptimo.
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