Publicado el 15 de Octubre de 2021, Viernes
Opinión -
Existen elementos fácilmente observables que determinan la
adaptación de las personas a un determinado puesto de trabajo, como son las
denominadas competencias “duras” (formación, idiomas, experiencia, etc.) y “blandas” (habilidades, actitudes y aptitudes). Sin embargo, muchas empresas en los
procesos de selección dejan de lado una variable fundamental que engloba a las
anteriores, como es la personalidad de las y los candidatos.
“Los rasgos de personalidad
determinan la conducta”
Efectivamente, en empleorecursos.es somos de la
opinión de la importancia que tienen los rasgos de personalidad en la conducta
de las y los trabajadores, como elemento que determinará la correcta adaptación
al puesto de trabajo, y por consiguiente, su desempeño eficaz futuro, como se
demuestra al aplicar el Eneagrama en la
empresa.
Desde el punto de vista psicológico, por personalidad se entiende
el conjunto de sistemas “psicofísicos” que determinan la forma de actuar y pensar
del individuo ante las demandas del medio, siendo única para cada persona, por
lo que conociéndola permitirá detectar sus potencialidades y puntos de mejora
en relación a las exigencias de los
puestos de trabajode la organización.
“Lo ideal
en la empresa es contar con perfiles profesionales polivalentes”
Paralelamente, existe una dicotomía cada vez mayor en las empresas
entre la búsqueda de perfiles profesionales caracterizados por tener
habilidades muy específicas(solo
pueden realizar una sola tarea) o por el contrario, perfiles más genéricos donde se puedan adaptar a varias posiciones debido a su polivalencia.
A partir de lo anterior, es cuando surge en las áreas de gestión del talentola apuesta
por personas con un tipo de personalidad característica, como son las y los
profesionales con personalidad
tipo T, es decir, personas muy especializadas en una materia
(representado de forma gráfica con el lado vertical de la “T”) y con habilidades
genéricas o comunes (lado horizontal).
Se trata de personas que tienen conocimientos muy específicos
sobre una materia concreta pero que además cuentan con las habilidades
necesarias para adaptarse a otros puestos de trabajo sin problemas, por lo que
se convierten en profesionales enormemente demandadas/os por las empresas.
“Contar
con profesionales con personalidad tipo T es básico para la empresa”
El interés por este tipo de personas no es nuevo, sino que fue
acuñado por la consultora McKinsey&Company en la década de los 80, siendo posteriormente denominada personalidad
renacentista en comparación con su principal exponente, Leonardo da Vinci, persona que estaba formada en varias disciplinas pero sobre todo
dominaba en una sobre el resto.
En resumen, las y los profesionales con
rasgos de personalidad tipo Tson
personas muy especializadas con una enorme curiosidad por adquirir otros
conocimientos generales, por lo que son perfiles muy demandados por las
empresas, ya no solo por lo que aportan a su puesto de trabajo, sino porque son
un “comodín” de fácil adaptación a otros con resultados exitosos en cualquier
momento.
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